NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!


a ver si mi grito llega al corazón, al alma y a la conciencia de los que giran en torno a La Habana, donde todos, y recalco todos -el eje USA-Cuba-Colombia y sus contrapartes, tienen poder para que no ocurra otro ataque como el de hoy en el departamento del Cauca, Colombia. El siguiente párrafo, copy/paste del periódico El Tiempo, deja claro, aunque les recomiendo el artículo porque esclarece aún más el hecho, que desde La Habana se fraguó la fallida estrategia.

 En el departamento del Cauca ha sido histórica la presencia de esta guerrilla, que considera esa región como un corredor estratégico en el ala militar y narcotraficante. Allí hay cultivos de coca y marihuana. “Han instalado un soporte financiero tanto en el Cauca como Valle, basado en el narcotráfico y la minería ilegal. Para ellos es importante tener capacidad armada para proteger zonas de cultivo y corredores”, señala una fuente.

     Las FARC en La Habana, la principal culpable, falla en sus cálculos estratégicos. Las condiciones geopolíticas que vive el continente, dicho sea de paso se definen en la propia ciudad de donde salió la orden de atacar, más claras no pueden ser.
     Por una de las vertientes del eje, Estados Unidos, que mira más al futuro que el resto de las demás(1), tiene una cuota importante en el contrapeso de poderes que se ejerce en la capital cubana. Al gobierno de La Habana no le queda otra salida para sobrevivir a la debacle de Venezuela, que ajustarse a lo que podría llegar desde Washington en relación al conflicto colombiano. 
     El gobierno cubano, por su condición de anfitrión y "faro ideológico" de la izquierda latinoamericana, tiene una cuota de poder sobre la cúpula de las FARC, más allá de las rencillas entre sus líderes históricos Marulanda y Castro, muerto uno y casi muerto en vida el otro.
     A estas dos vertientes del poder, La Habana y las FARC, se les fue el tiro por la culata, aunque con diferencias en las posiciones. Las FARC atacaron para cuidar una de sus rutas de ingreso de capital más importante. No logran visionar que el futuro le pertenece a la integración americana. Medio siglo en la selva hace perder el sentido de orientación a cualquiera. Por la otra parte, la lógica cercanía de La Habana con sus invitados los hace sospechosos de conocer de antemano la estrategia de los guerrilleros.
     El gobierno colombiano, la vertiente que cierra el eje, es el que más pierde de todos los poderes en juego. Está en juego su credibilidad ante los que apoyan el proceso en Colombia, que dicho sea de paso no es mayoría. Los que están a favor de continuar la guerra son un grupo considerable y de mucho poder... económico y político.
     Este punto de quiebre estoy seguro pasará la prueba, dado el inmenso deseo de paz de los colombianos, incluyendo una gran mayoría de los que apoyan políticamente a las fuerzas guerreristas. Acá en Colombia aún se amenaza y se compra por los votos electorales.
     Usen la razón señores de La Habana, pues el sentido común claramente nos dice que la violencia es cada vez más rechazada en la cultura occidental, de la que no podemos huir sin perder nuestras raíces.

Ustedes son los que más necesitan del perdón!


Notas
(1) En un post posterior expresaré mi idea sobre las estrategias geopolíticas del actual gobierno de Estados Unidos para el siglo XXI, y de las cuáles, por supuesto, estoy totalmente de acuerdo

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